La ópera más profunda e imaginativa de Giacomo Puccini se presentará este 2025 en una nueva producción que el Festival Granda, en su 16.ª edición, ha encargado al destacado director de escena Davide Garattini, quien llegará de Italia para ofrecernos su visión de la tragedia de la joven geisha Cio-Cio-San. La dirección de orquesta estará a cargo del maestro Andrea Foti (Italia). Las funciones serán los días 27 y 29 de abril y 2 de mayo de 2025 en el Gran Teatro Nacional, de Lima, Perú. Las entradas ya están a la venta en Teleticket.
La protagonista de esta nueva producción será la soprano uzbeka Barno Ismatullaeva, quien traerá su elogiada interpretación de Cio-Cio-San. Desde Europa también llegarán el tenor mexicano Eduardo Niave, que debutará en nuestro país el rol de Benjamin Franklin Pinkerton; en tanto el destacado barítono italiano Damiano Salerno asumirá el rol de Sharpless. Por su parte, la notable mezzosoprano peruana Bettina Victorero encarnará a Suzuki, la dama de Madama Butterfly.
Madama Butterfly, de Puccini, narra la tragedia de Cio-Cio-San (Madama Butterfly), una adolescente geisha que conoce y se enamora profundamente de Benjamin Franklin Pinkerton, un oficial de la Armada estadounidense. El teniente de marina llega a Nagasaki y se casa con la joven Cio-Cio-San. Mientras para ella, su amor y su matrimonio eran de por vida, al punto de convertirse del budismo al cristianismo para casarse, para Pinkerton se trataba de una aventura de viajes. El amor, el desamor, el enfrentamiento de culturas diferentes y el honor están representados en esta maravillosa ópera que a 121 años de su estreno, es una de las favoritas de todos los públicos del mundo.
Esta ópera nació como una necesidad de Giacomo Puccini de mantenerse en actividad creativa poniéndole música a la obra teatral Madame Butterfly, de David Belasco, que había visto en 1900. Los derechos para crear su adaptación de Butterfly recién los obtuvo en 1901. El proceso de composición fue complejo y terminó la ópera dos meses antes de su estreno en el Teatro alla Scala de Milán.
Diversas cartas entre Puccini y su editor Giulio Ricordi dejan en evidencia que Puccini investigó sobre la música japonesa y estadounidense para crear un universo sonoro particular en Madama Butterfly. En una de ellas, relata que la señora Oyama, esposa del entonces embajador japonés en Italia le cantó canciones tradicionales japonesas.
Pese a todo el trabajo, los ensayos para el estreno mundial fueron complicados debido al tiempo y debido a la estrategia de Ricordi alrededor de esta ópera. La primera representación el 17 de febrero de 1904 fue una de las experiencias más agrias para la vida artística de Puccini. Hubo “gruñidos, gemidos, risas, pero también gritos de ‘bis’”, según recordaba Giulio Ricordi en sus memorias. La prensa también fue bastante cruel con Puccini, a pesar de que era una de las obras que él más quiso desde su creación. Hay muchas sospechas alrededor de que toda esta mala recepción —que el compositor denominó “linchamiento”— haya sido un complot planificado previamente.
No obstante, Puccini retiró las partituras del estreno, devolvió sus honorarios de 20 000 liras y empezó a trabajar en revisiones de esta ópera. Madama Butterfly tuvo un nuevo estreno en mayo de ese año en el Teatro Grande de Brescia. A partir de entonces, se convirtió en una de las favoritas del público.